A un olmo viejo…

(WIP)

Bueno, en realidad no sé si es un olmo o qué. Es un árbol, eso seguro.

Ando algo disperso últimamente (para variar) y cuando ya tenía otra pieza en marcha, me ha dado por hacer un árbol. Porque sí, porque me da la gana y porque si no me puedo permitir estos arranques en no teniendo que cumplir con nadie, pues ya me dirás pa qué tanto lío.

Aparcada momentáneamente la pobre pieza que fue vedette durante dos o tres días, me lié con el bicho en cuestión. No es pequeño (unos 20cm desde las raíces a la punta de la rama más alta)

Para la base, usé un círculo de poliestireno extruido de unos 11cm de diámetro coronado por un cuarto de esfera de poliestireno expandido pegado con cola blanca y todo bien recubierto de una mezcla de Gesso, papel de cocina más o menos triturado y cola blanca. Cuando la pasta aplicada aun estaba tierna, incrusté unas piedras de greda volcànica y algo de grava. Y a dejar secar que, con el grosor del emplasto en la zona central, la cosa llevará su tiempo.

Es el momento de atacar la confección del árbol en su mismidad.

El arranque es una rama seca de un arbusto que tenia guardada por ahí y que más o menos tiene la forma retorcida que buscaba aunque tiene pocas ramificaciones (podria haber conseguido una más idónea, pero con la caló que hace no he querido salir a triscar por ahí de búsqueda, tampoco nos volvamos locos).

Para subsanar esa falta de ramas pequeñas, he optado por pegárselas con cianocrilato y serrín muy fino para rellenar huecos y darle solidez. Una posterior pasadita de lija en los grumos y la cosa quedarà más pulida.

Una vez secas las uniones del engendro, a por el pintado.

Le he dado con el aerógrafo una imprimación con un marrón muy oscuro, seguida de varias capas de diferentes tonos de marrón aclarado con un gris suave y algun que otro tono de beige/carne, todas a aerógrafo.

Lo siguiente han sido las consabidas pasadas de pincel seco para dar luces con diferentes tonos de beige muy aclarado con blanco.

Y a la lavadora: un primer lavado de Inktense Wood, seguido de otro suave de Ancient Sepia en los recovecos, y algo de Andalusian Earth aquí y allá.

O algo parecido. Ya se sabe: el orden de los resultados no altera el producto ni concierto sin orden. Que no recuerdo exactamente, vamos. Pero por ahí anda la cosa. El primero fue de Inktense Wood, eso seguro. Y todos entre algo y bastante diluídos para que no se maten entre ellos ni a la pintura aneriormente aplicada.

Como estos lavados dejan un acabado brillante y apagan algo las luces, contraataqué con más pincel seco de marrones claritos y añadí un verde muy pálido en zonas aleatorias de la corteza.

Acto seguido le dí una pasadica de tinta verde casera en la base del tronco y en las raíces, y un lavado de Casandora Yellow en la parte de madera abierta

Finalmente decidí que no puliría el serrín de las zonas de empalme de las ramas y que aprovecharía la textura para simular crecimientos vegetales vagamente inconcretos provocados por la humedad retenida en algunas bifurcaciones de las propias ramas (en realidad fue por pura pereza, no nos vamos a engañar, pero contado así queda mucho más pro). Para ello simplemente pasé muy suavemente el pincel cargado de verde vulgar por la superfície rugosa.

Queda un efecto algo algo cantoso, pero con algún lavado se apagará un poco.

Para ello y para dar los toques finales, usé la magia del Slimy Grime Dark, tanto directamente como diluido a modo de lavado.

Con esto (y si no hay contraorden cerebral a traición), queda solventada la parte de pintura del arbolico.

Es obligado un buen pineado con el socorrido clip gordote para fijarlo a la base.

Lo siguiente será meterme con la base mientras voy decidiendo si el árbol tendrá follaje o si tiro más por la parte de enredaderas y colgajos varios.

Continuará…

Salud y buen pulso!


3 respuestas a “A un olmo viejo…

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