De entrada la primera imagen puede parecer sacada de la tele-tienda por aquello del antes y el después, pero… sí, es el antes y el después de un recuerdo que compré en una visita al Castillo de Loarre.
Me encantan estos souvenirs en resina porque están bastante bien detallados y, al venir sin pintar, me dan ocasión de permitirme un divertimento de vez en cuando.
A este le rehice la torre albarrana que venía a un tamaño rídiculo y le perforé la puerta de entrada de la muralla. Por lo demás, algo de arena, vegetación, pintura y poco más. Poco trabajo y un cambio notable.
Aprovecho para recomendar fervientemente la visita a este castillo y, a poder ser, visita guiada. Más información aquí: http://www.castillodeloarre.es
Salud y buen pulso!