Otro diorama que hice en los ya lejanos principios de los ’90. Se trata de una típica escena de una escaramuza entre orcos y elfos.
Los orcos se han refugiado en las ruinas de un castillo después de rapiñar todo lo que han podido en alguna ciudad importante. Entre el botín, unas bellas damiselas a las que custodia un feroz dragón.
Los elfos, cómo no, acuden al rescate. De las damiselas y del tesoro, que son caballerosos pero les gusta más el oro que a un hobbit la comida. Cuentan con un unicornio y un mago que se bate contra el dragón, además de sus infalibles flechas.
El mago es el Saruman de Chris Tubb, de Mitrhil ,y las damiselas no tengo ni idea de dónde salieron…
El resto de las minis son de la desaparecida Grenadier:
-Los elfos son obra de Andrew Chernak y venían en una caja de la serie Fantasy Lords (6003).
-Los orcos son de la serie Fantasy Warriors (942-943-945-946-947-950), esculpidos por Nick Lund (¡qué bueno era este tío!)
-El dragón es de la serie Julie Guthrie’s Dragons (9901), de la escultora Julie Guthrie.
El diorama tiene todos los errores y toda la inocencia de los primeros trabajos. En su momento, lo paseé por algunas tiendas de Barcelona (en una me birlaron el orco más chulo de todos) y yo estaba mega-orgulloso de mi obra. Aun la conservo -con su urna y todo- y cuando me la miro, me caen un montón de años encima….
Los materiales son muchos, variados y raros.
No recuerdo exactamente de que empresa era el kit de escayola de las ruinas. El «musgo» de las paredes es un spray para belenes. La «enredadera» es una planta acuática que se llama musgo de Java y que sacaba del acuario que tenía en aquella época. El «agua» diría que es algún tipo de barniz que ahora no recuerdo ya. Los «cascotes» son una especie de peladillas de no sé que producto que sacaba de la fábrica de pinturas donde trabajaba entonces (seguro que es algo tóxico) y la base es de arcilla pura y dura, por lo que el bicho pesa arrobas.
El resto, lo habitual: arena, cesped electroestático, ramitas, pegamentos varios y pinturas acrílicas La Pajarita.
P’habernos matao.
Salud y buen pulso!